Un asunto de familia
Humberto Santana7
LO MEJOR
  • Lo retador que es su trasfondo
LO MALO
  • No es fácil engancharse con su ritmo
7Buena

TÍTULO ORIGINAL: Manbiki kazoku

OTROS TÍTULOS: Shoplifters / Somos una familia

AÑO: 2018

DURACIÓN: 2h 1min

GÉNERO: Drama

PAÍS: Japón

DIRECTOR:  Hirokazu Koreeda

ESTRELLAS: Kirin Kiki, Sôsuke Ikematsu, Lily Franky, Moemi Katayama, Sakura Ando, Mayu Matsuoka

 

Las películas del reconocido y premiado director japonés Hirokazu Koreeda suelen dividir la opinión de los espectadores. Si se establece la conexión con la trama, con los personajes y con su estilo de cine de sello particular, significa asistir a una de esas películas que se quedan grabadas imborrablemente en la memoria cinematográfica, diferentes, conmovedoras y siempre con aristas de una profundidad incuestionable. Si por el contrario no ocurre ese enganche, el ritmo sosegado, la devoción a detallar a través lo cotidiano y la simplicidad de sus formatos, si bien no cuestionan la inteligencia y sensibilidad de sus producciones, se confabulan para dejar una sensación mucho más insípida.

 

 

Koreeda logra en esta película sacudir y cuestionar. Lo hace con modestia y elegancia, desplegando plenamente su capacidad como director cinematográfico al lograr en el espectador algo que para cualquier otro conllevaría una gran dificultad. Si se imagina a unas personas viviendo al borde de la indigencia, de dudoso pasado, que para sobrevivir se dedican a robar víveres en tiendas, carteras en automóviles, hacer ocasionales engaños y estafas, y que adicionalmente enseñan esto (casi como un entrenamiento) a los niños de la familia, es impensable el grado de empatía que se termina desarrollando con estos personajes.

 

 

Valiéndose de un muy buen guion y de actuaciones convincentemente naturales, el director logra que el espectador descubra a estos héroes-villanos como una familia unida por unos lazos de solidaridad, generosidad y amor ejemplares, revelando personas de un gran corazón que, en diferentes sentidos y a pesar de lo cuestionable de muchos de sus actos, son de una bondad sorprendente. El efecto es tan contundente que es inevitable cuestionarse preceptos que parecen inamovibles sobre el bien y el mal, y fundamentalmente sobre el concepto de familia, en un mundo que parece no valorar suficientemente los pilares que la fundamentan.