Sound of MetalHumberto Santana8.5LO MEJORRiz Ahmed y Paul RaciSu emotividad y profundidadQue es diferente a lo imaginadoLO MALOMuchos evitan verla al pensar (equivocadamente) que es una película sobre rock pesado2021-10-018.5Muy buenaTÍTULO ORIGINAL: Sound of Metal OTROS TÍTULOS: El sonido del metal AÑO: 2020 DURACIÓN: 2 horas GÉNERO: Drama PAÍS: Estados Unidos DIRECTOR: Darius Marder ESTRELLAS: Riz Ahmed, Olivia Cooke, Paul Raci, Mathieu Amalric Dentro de la lista de clichés cinematográficos, los músicos de rock -los «rockeros»- ocupan un lugar difícil de diluir. Darius Marder, director y guionista de Sound of Metal, rompe el estereotipo de entrada. Si bien la película abre con Ruben (Riz Ahmed) y Lou (Olivia Cooke) inmersos en sus guitarras estridentes, en sus baterías retumbantes, muy cerca (o mucho más allá para algunos) del punto donde el sonido se convierte en ruido, luego de un silencio absoluto que resalta por contraste, Ruben -aún con su cabeza platinada y sus tatuajes, que incluyen un «please kill me«- se muestra como un tipo normal, quizás aún más considerado, más afectuoso y, sin duda, más empático que el promedio. Prepara el desayuno para Lou, la despierta casi como quien despierta a una niña. Pero si algo termina rompiendo el molde, es el momento en el que Ruben pone en su tornamesa un disco de Bessie Smith, Careless Love Blues, para después bailar con Lou This Love de The Commodores, revelando un gusto musical con un espectro tan amplio como el que tienen los verdaderos amantes de la música, aquellos que nacieron para ella. Sound of Metal tiene pocos personajes, pero son complejos, profundos, completos. Ruben empieza a quedarse sordo, y dentro del drama personal que puede significar esto para un músico, aparece Joe (Paul Raci), su guía para enfrentarse a este nuevo mundo silente. Si bien la ambientación y las caracterizaciones en general son tan reales como podrían llegar a serlo, las actuaciones de Riz Ahmed y Paul Raci son deslumbrantes, de esas que se graban de manera imborrable. Comienza desde este punto un camino emocional -tanto para personajes como para espectadores- lleno de retos y contradicciones, y es recorriendo este camino, inmersos y con los sentidos inevitablemente abiertos, que se logra comprender el sentido de lo que la película quiere contar. Sound of Metal está hecha para experimentar auditivamente el drama de Ruben. Alterna el sonido -o su ausencia- desde la perspectiva de Ruben o desde la de aquellos que lo rodean, de la misma forma en que se alternan los diálogos de los personajes en cualquier película, logrando un efecto de realismo, compenetración y empatía que conmueven. El director Darius Marder, en su ópera prima, co-escribe esta historia original de Derek Cianfrance con su hermano Abraham Marder, quien además compuso para esta película «Brave as the Wind» y la melancólica -pero hermosísima y sin duda nominable- «Green». La música en Sound of Metal es tan auténtica como su drama. La escena descrita en el primer párrafo corresponde a «Purify«, no solamente co-escrita por Olivia Cooke, sino interpretada en guitarra eléctrica y vocales por ella misma, al lado de Riz Ahmed en la batería. Sound of Metal, escapando los estereotipos -o mejor aún, usándolos para su beneficio- y abordando con profundidad y emoción pura este drama, confronta al espectador con la idea de perder aquello que se pensaba era la razón de ser de la existencia, empujando al cuestionamiento, a la posibilidad de una búsqueda verdadera de su propio ser y, en el camino, a una definición más trascendente del concepto de libertad.
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