Quo Vadis, Aida?Andrés Quintero7.5LO MEJORLa contundencia de su discreciónLa actuación de Jasna DjuricicLO MALOAlgún edulcolorante al final. Pero se soporta2021-04-307.5BuenaTÍTULO ORIGINAL: Quo Vadis, Aida? AÑO: 2020 DURACIÓN: 1 hora 44 min GÉNERO: Drama PAÍS: Bosnia y Herzegovina DIRECTORA: Jasmila Zbanic ESTRELLAS: Jasna Djuricic, Izudin Bajrovic, Boris Ler, Dino Bajrovic, Boris Isakovic, Johan Heldenbergh Quo Vadis Aida?, a dónde vas Aida?, es la pregunta no hecha que todos le hacen a Aida cuando la ven ir de un lado a otro en el campamento organizado por la ONU en Srebrenica, Bosnia y en el que, supuestamente, los musulmanes bosnios contaban con un resguardo seguro del que partirían hacia mejores destinos. 400 cascos azules holandeses tenían la misión de impedir que esa población amedrentada, indefensa e inocente quedara expuesta a la insania de una guerra, pleonasmo o no, sin sentido. Si bien Aida es un personaje de ficción, no lo son los hechos que le sirven de marco a Quo Vadis Aida?, la película de la directora bosnia Jazmila Zbanic. Año 1995, en la guerra que enfrenta a bosnios y serbios, la ciudad de Srebrenica ha sido declarada por la ONU como zona segura. En encierros inmensos que evocan el holocausto judío, miles de personas, mujeres y menores entre ellas, se hacinan con la esperanza frágil de un mejor mañana. El general Rattlo Mladic, general serbio a cargo de un grupo de combate denominado Los Escorpiones, se hace presente y tranquiliza a los temerosos refugiados para luego perpetrar, con ellos, el mayor asesinato en masa desde la segunda guerra mundial. 8000 personas masacradas es el indecoroso récord que el Carnicero de Srebrenica se echó a las espaldas y que luego habría de costarle, después de muchas vicisitudes que hoy continúan, una condena a cadena perpetua. Aida, magistralmente interpretada por Jasna Djuricic, es una intérprete al servicio de la ONU encargada de traducir las conversaciones y alocuciones de los actores del conflicto. Su labor la pone en contacto con la proximidad de la infamia que se está cociendo y es por eso que con un ímpetu desesperado se dedica a ver de qué manera logra que su esposo e hijos no abulten el listado de los condenados. Si a los inevitables adjetivos hay que acudir, Quo vadis, Aida? merece los de poderosa, estremecedora, impactante y otros más de igual o acentuado talante. Y se hace digna de todos sin apelar a dramatismos extremos o a desgarradoras diatribas. Zbanic recarga todo el drama en una Aida que no se detiene un segundo, movida tanto por la suerte de esos miles cuya vida zozobra, como por la subsistencia misma de su familia amenazada por la barbarie a la que suelen conducir las causas absolutistas. La protagonista de Quo vadis Aida? no es la violencia, ni el despiadado asesino, ni, tampoco, la falacia de una guerra desatada por la primacía de un dios sobre otro; la protagonista de la película y de la que emana todo su poderío, es una mujer común y corriente que envuelta en la circunstancia de su trabajo y sin otro uniforme que el de su valentía, libra su propia y anónima batalla. Es este enfoque singular y casi íntimo el que le imprime una personalidad singular y determinante a Quo Vadis Aida?. El testimonio histórico y la enérgica denuncia por tan aberrante matanza, las logra Zbanic a través de un personaje tan discreto como arrollador. Tan pronto terminé de ver Quo vadis Aida? y con la indefinible y agridulce sensación que deja el gran trabajo de Zbanic y todo su equipo, corrí a buscar información sobre el genocidio de Srebrenica. Dos notas me impactaron. La primera, muy reciente, muestra a Mladic, con tapabocas a la altura de la barbilla, en la corte donde sus abogados con argucias de todo tipo promueven, todavía, recursos contra su condena. La segunda, tan impactante como desconsoladora, muestra a dos de los cascos azules holandeses que, a juicio de muchos, no impidieron, pudiendo haberlo hecho, la matanza infame. Siguen vivos dicen ambos pero su vida, como la de los miles de asesinados, terminó en Srebrenica.
Debe estar conectado para enviar un comentario.