MegalodónDavid Romero M5LO MEJORBuen aporte a un simple y llano entretenimiento de fin de semanaAlgunas escenas para incentivar la risaLO MALODemasiado light, pobres actuaciones y efectos especiales tan flojos como su argumento2018-08-225REGULARTÍTULO ORIGINAL: The Meg AÑO: 2018 DURACIÓN: 1h 53min GÉNERO: Acción, Terror, Aventura PAÍS: Estados Unidos DIRECTOR: Jon Tutertaulb ESTRELLAS: Jason Statham, Bingbing Li, Rainn Wilson, Ruby Rose, Winston Chao, Cliff Curtis,Robert Taylor, Masi Oka, Ólafur Darri Ólafsson, Jessica McNamee, Page Kennedy Megalodón nos ha dado una mordida letal en la ilusión, pues aquellos que aún guardamos esperanza en un subgénero que hubiera empezado con gran júbilo un tal Steven Spielberg por allá en los setentas, aquí se va más hondo que la fosa del Pacífico de donde se desprende el argumento. Pues imagínese el escenario típico, ese que alguna vez también nos habrá enseñado Alerta en lo profundo: un grupo de científicos desea “romperla” con un descubrimiento en aguas profundas el cual supondría una cumbre en el desarrollo de estudios oceanográficos, pero las cosas empiezan a ir un poco mal cuando una “cosa” al parecer bastante grande y voraz no sólo se les cruza en el camino sino que se los quiere tragar de paso. Entonces está el veterano que lo sabe todo, su hija la bonita que se opone y se cree valiente, el negro, el gracioso de turno y… exacto, el fortachón buenazo “quién dijo miedo” interpretado por Jason Statham. Y uno entonces ya sabe de qué va la película y la forma en que se desarrollará como una rutina que nos sepamos de memoria. Pero grave y absurdo es cuando Sharknado parece tener más virtud que esta cinta, al menos por contar con la facultad de saber reírse de sí misma. Megalodón quizás está tomada muy en serio para lo que es, y carece de cualquier cualidad que la haga destacar por encima de producciones similares de antaño y contemporáneas. Sus actuaciones no son las mejores (Jason Statham exagera en hombría y Bingbing Li Yi por momentos tiene de actriz lo que yo de Donald Trump), en esencia las intervenciones de la niña son las que mantienen a flote un metraje que le cuesta arrancar y que tan solo llega a la media en todo lo que se propone. Tal vez películas de los ochentas se valieron de mejores efectos especiales que la que nos concierne, especialmente cuando nuestra gran estrella, el supuesto extinto Megalodón, resulta más cercano a cualquier trazo de videojuego que a una producción de presupuesto a gran escala. Con uno que otro chiste simpático para aligerar el tedio y la ausencia de la acción esperada, digamos que la película solamente cumple con entretener, más no satisfacer a un público que disfrutó mucho más con tres minutos de trailer y expectativa que casi dos horas de historia real en pantalla, lo aseguro. Megalodón no es terrorífica como Tiburón, pero tampoco tan divertida como Piraña. Nos queda debiendo mucha acción, mucha sangre y aunque sea para perdonar el dolor de la inversión en taquilla, nos queda debiendo más piel o tan siquiera diversión. ¿Y se viene una segunda? No sé si la soportaría.
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