En esta oportunidad y con la clara determinación de hacer algo diferente al listado de las mejores películas para o de Navidad, Distinta Mirada eligió quince personajes que de una u otra manera se asocian a esa carga sentimental y simbólica de esta época. Comparten esta galería seres bondadosos que son todo generosidad y altruismo y, a su lado, seres huraños, amargados, desterrados y solitarios. Viéndolos de cerca, a la luz de la alquimia decembrina, unos y otros se parecen muchísimo. Quizás sea que a todos, con o contra su voluntad, los invade eso tan etéreo como palpable que solemos llamar el espíritu navideño. 1. Jo (Katharine Hepbrun) en Mujercitas (1933) En 1933 Katharine Hepburn destella en el firmamento con su personaje de Jo en Mujercitas. Mientras que sus tres hermanas parecen seguir el sendero clásico de la felicidad casándose y abandonando la casa materna, Jo opta por una ruta distinta y abraza su sueño de ser escritora. Historia de la lealtad a una vocación que encaja a la maravilla para las festividades decembrinas. En 1934 el Festival de Vencia premió a la Hepburn como mejor actriz por su papel en Mujercitas. Toda una estrella. 2. Klara Novak (Margaret Sullavan) en El bazar de las sorpresas (1940) Ernst Lubistsch – el director de joyas como Ninotchka (1939), El bazar de las sorpresas (1940) y Ser o no ser (1942) – es toda una leyenda. En la segunda de estas películas, Margarret Sullavan es Klara una dependiente de almacén que mantiene un bello y secreto romance epistolar con un desconocido. La relación con Alfred (James Stewart), su jefe directo, es menos que cordial y parece condenada al destrozo salvo por el común elemento de él también mantener, oculto y fascinante, un romance epistolar. Y dicen las leyendas de Navidad que en tiempos de paz y esperanza es posible que fundiéndose en uno, dos sueños se hagan realidad. 3. Billy (T. Mitchell) y Clarence (H. Travers) en Qué bello es vivir (1946) En Que bello es vivir, la más icónica película navideña de todos los tiempos, Thomas Mitchell representa a tío Billy. Uno de esos personajes aparentemente menores sin cuya presencia el brillo de los grandes, de James Stewart y Donna Reed en este caso, se desvanecería por completo. Recordadísimo por su papel del padre de Scarlett O´Hara en Lo que el viento se llevó, fue su rol del borrachín Doc Boone en La diligencia al lado de John Wayne, el que lo hizo merecedor de un Óscar como mejor actor de reparto. Al lado de Mitchell y también a la sombra de Stewart y Donna Reed, nunca dejará de seducirnos el discreto y encantador Henry Travers en su papel de Clarence, el ángel que bajo una espesa nieve navideña, disuade a George (James Stewart) de quitarse la vida. Imprescindible película a la que el paso del tiempo no hace otra cosa que mejorarla y aquilatarla. Todo un clásico. 4. Kris Kringle (Edmund Gwenn) en Milagro en la calle 34 (1947) En Los Angeles , California, en un panteón del Crematorio Chapel of the Pines reposan las cenizas de Edmun Gwenn; en el 1751 de Vine Spreed, en el Paseo de la Fama de Hollyood, hay una estrella con su nombre por su contribución al cine. Cenizas y estrella que evocan y siempre evocarán al viejo Kris Kringle (Edmund Gwenn) contratado en una navidad para reemplazar al hombre que hacía de Santa Claus en la tienda neoyorquina de Macy. El Nuevo Claus insiste en ser él, en vivo y en persona, el verdadero Santa Claus. Y, quien lo creyera, era verdad. 5. Ebenezer Scrooge (Alastair Sim) en Christmas Carol (1951) La idea fue, allá por 1843, de Charles Dickens. En medio de personajes angelicales, inundados de bondad y generosidad por la llegada de la Navidad, incrustar un hombre huraño y avaro que desprecie las fiestas decembrinas haciéndolas ver como una fingida y estúpida distracción. En 1951 fue Alastair Sim quien encarnó al viejo Ebenezer Scrooge. Los hubo que lo precedieron en este papel y los hubo también que lo sucedieron en el mismo. Entre tantos, Sim sigue siendo único. Uno de esos papeles que se marcan en la piel del actor y en la retina del espectador. 6. Bob Wallace (Bing Crosby) en Navidad Blanca (1954) Terminada la guerra Bob (Bing Crosby) y Phil (Danny Caye) cambian los fusiles por los escenarios. Lo de ellos es cantar y bailar y será en una de sus travesías que conocen a dos hermanas también bailarinas y cantantes. Lo que sigue en Navidad Blanca es emoción al mejor estilo norteamericano de los cincuentas. Escenarios fastuosos, baile, amistad y una visión reconfortante de la condición humana. Crosby lo inunda todo con esa voz, sucesora de la del legendario Louis Amstrong y predecesora de la de Sinatra. Dirigió a Crosby en Navidad Blanca Michael Curtiz quien doce años antes, en el 42, dirigió una película que casi nadie recuerda y que casi nadie quiere: Casablanca. 7. Fran Kubelik (Shirley MacLaine) en El apartamento (1960) Fran Kubelik es una frágil ascensorista que tendrá que decidirse entre el amorío por conveniencia con su jefe y la declaración de amor que valientemente le hace C.C Baxter o, como le dicen los amigos, Buddy. Un par de personajes que en 1960 rompieron la búrbuja del simple encanto para volverse, por esa magia revitalizadora que opera al verlos, eternos. Las listas tradicionales recomiendan ver El apartamento en los días de Navidad. Yo extiendo la recomendación a febrero y a mayo y a octubre y al año entero. Una vez vista no hay otra opción que aceptar, como lo hace Buddy, la insinuante propuesta de Fran cuando con una sonrisa en los labios apenas si dice : no diga más y juegue 8. Edward Scissorhands (Johnny Depp) en Eduardo Manostijeras (1990) No puedo es lo que le constesta Edward (Johnny Depp) a Kim (Winona Ryder) cuando esta, enamorada, le pide a que la abrace. La razón? Sus manos, un aparatoso enjambre de tijeras capaz de hacer las podas más asombrosas pero incapaces de la firme delicadeza que siempre exige un abrazo. Producto de la genialidad de su director Tim Burton, Edward es un personaje bizarro y a la vez conmovedor. Para una temporada como la navideña de reconciliación, una mirada distinta al relacionamiento humano con el poderío visual de Burton que entrecruza las fronteras que separan lo real de lo mágico. 9. Kevin McAllister (Macaulay Culkin) en Mi pobre angelito (1990) Salvo que se advierta su carácter personal, las listas cinematográficas deben recoger consensos. Si de personajes navideños se trata y más allá de gustos y preferencias Kevin, el insoportable crío de Mi pobre angelito, tiene su lugar asegurado. Más que una película navideña Mi pobre angelito es una película que sucede en navidad. Sin mostrar o resaltar los valores que suelen encomiarse en esta época, lo que sí logra este endiablado angelito entre su público es un montón de carcajadas y eso siempre viene bien en épocas decembrinas. 10. Sally en Pesadilla antes de Navidad (1993) Cuenta Tim Burton, creador de la historia de Pesadilla antes de Navidad, que de niño, como a todos los niños, le encantaban las películas de navidad. Esas con renos y trineos, chimeneas humeantes, árboles atiborrados de luces y afuera inmensos tapices de nieve. Dice Burton que como homenaje a ese recuerdo siempre quiso hacer una película, muy a su estilo, que preservando un mensaje positivo mostrara todo lo contrario: muerte, cementerios, seres extravagantes y mucha desolación. Tal vez solo conservar la nieve como trasfondo iluminado. Así nació Pesadilla antes de Navidad y así también nació Sally. Pestañas entornadas, belleza gótica, un larguísimo pelo y, ella toda, envuelta en un seductor misterio . Yo también, como Jack, me habría enamorado perdidamente de Sally. 11. Jack Campbell (Nicolas Cage) en Family Man (2000) Y si de pronto despiertas y eres ese otro, ese que en una bifurcación de la vida decidiste no ser y que parece ser mucho mejor ser humano que el que ahora eres? Eso le pasa a Jack Campbell (Nicolas Cage) una madrugada de navidad en la que amanece al lado de la mujer que alguna vez amó y a la que abandonó porque interfería en sus proyectos profesionales. Con un leve tufillo a Capra y su entrañable Que bello es vivir, Family Man es una historia de redención que le viene bien a ese paréntesis vital que llamamos navidad. Cuál estrella fugaz habrá tocado a Cage para que en el año 95 interpretara magistralmente a Ben Sanderson, el inolvidable guionista alcohólico de Leaving Las Vegas? Fugaz estrella que pasó y nunca más volvió. 12. El Grinch (Jim Carrey) en El Grinch (2000) Jim Carrey es un tipo genial. Eso está fuera de discusión. Que se le adore o aborrezca, es otra cosa. El Grinch es una suerte de Scrooge, uno de esos personajes antinavideños que terminan siendo, por antítesis, tipícamente navideños. Curiosamente comparten la galería de los personajes navideños, seres bondadosos que son todo generosidad y altruismo y, a su lado, seres huraños, amargados, desterrados y solitarios. Viéndolos de cerca, a la luz de la alquimia navideña, unos y otros se parecen muchísimo. 13. Billy Mack (Bill Nighy) en Love Actually (2003) En el año 2003 el director Richard Curtis logró reunir la crema y nata de la actuación inglesa del momento. Lo hizo, con ligereza dirían algunos, con un delicioso y sugestivo toque apuntarían otros, para armar un collage de historias que en algún punto terminan girando en torno a la navidad. En medio de ese estrellato británico destella, por su irreverencia y desparpajo, el fantástico Bill Nighy en su representación de Billy Marck, un decadente roquero que, obligado a cantar una almibarada canción de navidad, hace lo suyo para imprimirle su contestario sello de anarquía y provocación. De nuevo un personaje antinavideño que para estas fechas se amolda como pocos a esa quimérica y fugaz sensación de felicidad que siempre tiene sus trazos de rebeldía y lujuria. Cuando en alguna de esas inauditas subastas faranduleras subasten la camisa con la que Nighy ensaya en estudio su Christmas is all around, ofreceré lo que no tengo para quedarme con ella. No les quepa la menor duda. 14. Tom Hanks en sus múltiples papeles en El expreso polar (2004) Hay algo distante y frío en el rostro de Hanks. En sus ya muchísimas películas y fuera de discusión su talante actoral, siempre se le siente recluído en un microuniverso al que no es posible del todo penetrar. En El expreso polar la magia de la animación pudo perforar esa membrana y mostrarnos a un Hanks quizás menos real pero más asequible a través de un desfile de personajes con los que uno deliciosamente se embarca en ese majestuso tren con el el más ensoñador y navideño de los destinos: el Polo Norte. 15. Iris (Kate Winslet) y Amanda (Cameron Diaz) en Vacaciones (2006) Decepcionadas de sus parejas, Iris y Amanda intercambian residencias. Sin mucha convicción le apuestan a que el cambio de entorno apacigue sus corazones alterados. En lugares ajenos y contra todo pronóstico, este par de expatriadas se reencuentran con la emoción y la ilusión. Ayuda sin duda la nieve que cae y ese empeño tan navideño de reencontrarse, a través del otro, con la felicidad.
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