Hollywood al desnudoAutora82014-09-148Muy buenaPuntuación de los lectores: (0 Votes)0.0TÍTULO ORIGINAL: What Price Hollywood? AÑO: 1932 DURACIÓN: 88 min. GÉNERO: Drama PAÍS: Estados Unidos DIRECTOR: George Cukor ESTRELLAS: Constance Bennett, Lowell Sherman, Neil Hamilton El alto costo del estrellato Hollywood al desnudo (What Price Hollywood?) es una interesantísima película dirigida por el famoso George Cukor en 1932. Cuenta la historia de Mary Evans —interpretada por la bellísima Constance Bennett— una mesera de café que sueña con ser estrella de Hollywood. Intenta lucirse con todos los famosos que frecuentan el local, y sólo tiene resultado con Max Carey — Lowell Sherman— un director de cine alcohólico que acaba llevándola a una premier y consiguiéndole un mínimo papel en la película de turno. Con la suerte de que el gran productor Mr. Saxe, dueño de todos los proyectos del estudio —en principio el mismo RKO que produjo la cinta— queda prendado de su rostro y decida convertirla en “la amiga de Norteamérica”, con un contrato de siete años. En una época en la que el sonido era una nueva adquisición, los diálogos son justos, naturales, y la música, envolvente, técnicamente impecable, y no solo dentro de los parámetros de los años treinta. Probablemente si el filme hubiera sido rodado una década después, se habría elegido filmarla en color, para mostrar todo el glamour de Beverly Hills, las estrellas y los millonarios que las rodeaban, pero como todavía el technicolor no se había perfeccionado, la película fue hecha en blanco y negro, al que se le sacó todo el partido posible: la actriz suele tener un vestuario contrastado, de fondo oscuro y pechera o cuello claro, que resalta su pelo rubio, que brilla como la plata ante las luces del plató. Lo más interesante de esta película es la manera en que se presenta como un espejo mostrando una versión nada edulcorada de cómo funcionaba Hollywood entonces —de manera muy semejante a como sigue funcionando casi un siglo después—: un mundo donde la belleza es fundamental pero no basta, en el que todos utilizan a todos, la vida privada se vuelve la comidilla pública, además de perderse la noción de lo que es importante en realidad, y donde la existencia es tan vacía que ha de llenarse con otras cosas, en esta ocasión el alcohol. Max Carey lo pierde todo por borracho; Mary pierde a su marido por dedicarle más tiempo y atención a su trabajo y a sus amigos del medio; pierde su tranquilidad por el escándalo en que se ve envuelta… en fin, el glamour se convierte en espanto y el mundillo hollywoodense resulta bastante menos bello de lo que aparenta ser, más banal y mucho más duro de lo que siempre se tiende a creer. Con unas imágenes maravillosas, unos juegos de luz y sombra heredados de las vanguardias europeas de unos años antes, la película tal vez se queda corta en contar más anécdotas, al centrarse solo en tres o cuatro personajes, sin mostrar lo que les sucede a otras estrellas, otros directores, otros productores, pero se basta a sí misma para dar un panorama desalentador… y sin embargo fascinante. Se trata de Hollywood, así que por supuesto se puede esperar el final feliz, que sin embargo no disipa la mirada crítica que ya se ha lanzado sobre ese mundo.
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