Había una vez... en Hollywood
Nicolás Tirado8.5
LO MEJOR
  • Los personajes, en especial, Charles Manson
  • Los diálogos
  • La manera de recrear una época
LO MALO
  • Falta trama para una película tan larga
8.5Muy buena

TÍTULO ORIGINAL: Once upon a time in …. Hollywood

OTROS TÍTULOS: Érase una vez en…. Hollywood

AÑO: 2019

DURACIÓN: 2h 49min

GÉNERO: Thriller, Drama, Comedia

PAÍS: Estados Unidos

DIRECTOR:  Quentin Tarantino

ESTRELLAS: Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, Margot Robbie, Emile Hirsch, Margaret Qualley,Al Pacino, Kurt Russell, Bruce Dern, Timothy Olyphant, Dakota Fanning

 

Lo primero que se debe hacer cuando sale una película de Quentin Tarantino es aguantarse las ganas de decir “buenísima” antes de habérsela visto, como nos pasa a todos. A todos los que no tienen la reacción de odiarla sin haberla visto.

Así son los directores polémicos como este: polarizantes, con seguidores de culto; de amores y odios profundos. Lo que sí es seguro sobre la película es que a nadie le pasa inadvertida.

Once Upon a Time…in Hollywood es una película difícil de caracterizar. Podría describirse, como sugiere su título, como una fábula; una narración (que no es) de héroes y princesas, que al final narra un cuento de amor hacia un momento de la historia: el final de los años 60s en Hollywood. Amor del director, escritor y productor, Quentin Tarantino, con una época.

Si uno analiza la película con un niño de 12 años (más fácil escabullirlo a esta que a Deadpool 2 o a otra de ese estilo, por extraño que suene), se queda sin que decir en los primeros 30 segundos de conversación porque en verdad no se trata de nada. La cronología de los hechos no da ni para media página de reseña en Distinta Mirada, aunque tal vez no sea eso lo que busca, sino reflejar -con enorme profundidad- la realidad de una época a partir de las realidades individuales de sus personajes, principales y de reparto, que tienen fondo y forma desarrollados de manera exhaustiva a lo largo de casi tres horas de película (todo un reto a la vejiga si compró el combo con gaseosa grande).

¿Pero y cuál es la realidad de esta época? Hay varias, como historias hay dentro de esta historia.

Está la realidad del que podría ser el personaje principal, Rick Dalton, interpretado de manera impresionante por Leonardo DiCaprio. En este caso, la realidad descrita es la de una estrella que lucha con la pérdida del brillo en su carrera. Toda una celebridad de las películas de vaqueros, ídolo de culto en los 50s (hubo quien en la película afirmó haber tenido una lonchera con su cara durante la infancia, justo antes de dirigirse a su casa a matarlo), un hombre con talento que lucha contra lo efímero de la fama y el abuso del alcohol, intentando a toda costa evitar caer en el peor destino de un vaquero y terminar como protagonista de spaghetti westerns en Roma.

La vida de Rick Dalton se entrelaza de manera efímera con la de su vecina Sharon Tate (Margot Robbie), la joven esposa del director Roman Polanski, quien es presentado como la última sensación en Hollywood presumiblemente -por la época- después de haber triunfado con El Bebé de Rosemary. Una figura en ascenso fulgurante que contrasta con el desvanecimiento casi-que-nostálgico de su vecino.

Tate, por su parte, tiene su propia línea de vivencia como una actriz que nadie reconoce, y que tiene que posar y alegar para demostrar que es la protagonista de la película para que en un teatro la dejen entrar a verla, sola, sin tener que pagar los 75 centavos de Dólar que cuesta la boleta.

Para los interesados en la historia, Sharon Tate fue asesinada con cuatro personas mas por miembros del culto de Charles Manson (Manson Family), lo cual finalmente trajo como resultado que Polanski se fuera de los Estados Unidos a Europa a continuar su carrera como director. Nada de esto se muestra en la película, pero está de alguna manera en el fondo de Once Upon a Time…in Hollywood.

Siguiendo otra corriente, también está la realidad de Cliff Booth, en uno de los mejores personajes que yo personalmente le he visto a Brad Pitt (mucho respeto para este señor desde Tyler Durden en Fight Club), realidad difícil de descifrar. Y de caracterizar.

Es el doble de acción de Rick Dalton, y su suerte está -por ende- atada a la suerte del personaje de Leonardo DiCaprio, a quien -por demás- le arregla la casa, le maneja el carro, le sirve de psicólogo motivacional y demás cosas que uno hace por un sueldo cuando le pagan sin demasiada claridad en sus tareas. Hasta le da consejos valiosos para la vida, de amigo, enseñándole que uno no debe llorar delante de mexicanos empleados de un valet parking…“Mas que un amigo, menos que una esposa

Cliff Booth nos lleva hasta donde Charles Manson, en ese tipo de situaciones inverosímiles que esperaríamos de este director, y que no decepcionan. También entrega buena parte de las dosis de violencia que también esperamos, y que tampoco decepcionan (aunque en total justicia, es menos de lo que estamos acostumbrados a verle a Tarantino). Hasta se da puños (físicos y de sarcasmo) con Bruce Lee (no les voy a decir quién gana), generando polémica indignante entre los fans de la leyenda china.

Si no le interesa nada de lo anterior, véasela solo por la recreación impecable de una época, con una atención al detalle abrumadora. O si le gustan los diálogos de este director, inolvidables en el mundo del cine desde Reservoir Dogs. Yo personalmente me la repetiré, aunque no sea una historia de amor como para celebrar un aniversario.