Guerra fríaHumberto Santana8LO MEJORLa fotografía, la música, la ambientación y los personajesLO MALOLa sobriedad en la emotividad puede resultar confusa2019-02-288Muy buenaTÍTULO ORIGINAL: Zimna wojna OTROS TÍTULOS: Cold War AÑO: 2018 DURACIÓN: 1h 29min GÉNERO: Drama PAÍS: Polonia DIRECTOR: Pawel Pawlikowski ESTRELLAS: Joanna Kulig, Tomasz Kot, Borys Szyc Una historia de amor fracturada, entre dos personas emocionalmente fracturadas, en un país fracturado. Este es el relato que hace el director polaco Pawel Pawlikowski en su más reciente película Guerra Fría, en la que Zula (Joanna Kulig) y Wiktor (Tomasz Kot) se encuentran y se desencuentran en un círculo que se repite con el pasar de los años, incapaces de vivir juntos, incapaces de vivir separados. Si fue la música la que hizo que Zula y Wiktor cruzaran sus vidas, no solamente se hace eje gravitacional de la película y una metáfora poética, sino que está tan bien diseñada que termina convirtiéndose en la sangre que llena de vida el film. Visualmente, a pesar de que la fotografía de Lukasz Zal pueda ser vista tan solo como una extensión de su trabajo en Ida, sigue siendo reveladora y de una belleza estética que quita el aliento. Aunque Guerra Fría es una historia de amor, lejos está de ser una película romántica que se apegue a los esquemas tradicionales. Pawlikowski, fiel a su sobriedad extrema y haciendo honor al título de la película, adopta una narrativa inusual y, quizás para algunos, desconcertante. Pero a pesar de la melancolía, de la frialdad y de los tonos grises, Guerra Fría deja que se intuya cierta belleza tácita de la condición humana, cierta calidez oculta que sorprendentemente perdura por encima de todo y que reconforta. Pawlikowski logra su objetivo primordial.
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