El Vicepresidente
Andrés Quintero7.5
LO MEJOR
  • El ingenio de McKay que hace dinámico y entretenido lo denso y aburrido
  • Su tono mordaz y ligero para contar algo profundo y serio
  • Christian Bale pero no menos Steve Carell
LO MALO
  • Dicen que la superficialidad en su trato histórico
  • Algún recargo en su estilo irreverente y tendencioso
7.5Buena

Título Original:  Vice

Año: 2018

Duración: 2 hora 12 min

Género:  Drama, Comedia, Biográfico

País: Estados Unidos

Director: Adam McKay

Estrellas: Christian Bale, Amy Adams, Steve Carell, Sam Rockwell, Jesse Plemons,Eddie Marsan, Alison Pill, Stefania Owen, Jillian Armenante

Minado el campo por el que se metió Adam Mckay al llevar a la pantalla la vida política de Dick Cheney, un burócrata de bajo perfil que con artimañas y entuertos, desde la sombra y con el pie en el estribo de la vicepresidencia de los Estados Unidos, se convirtió en uno de los hombres, quizás no más importantes, pero sí con más poder en el planeta.

Las minas de este proyecto biográfico eran, entre otras, el tedio, la pesadez, la sobrecarga informativa, el direccionamiento hacia un público muy especializado y la inevitable subjetividad que suele enturbiar la esquiva verdad. McKay no   esquiva estas bombas, inteligente y habilidosamente las desactiva, logrando un relato dinámico, ágil, irreverente, novedoso e, incluso, divertido.

Si decide ir a ver El Vicepresidente vaya tranquilo. No tendrá que llevar libreta de apuntes, ni tendrá que leer antes algún comprimido en internet para no resultar herido con un bombardeo laberintico de datos sobre algunos de los sucesos políticos más relevantes de los últimos años. McKay se da el lujo de armar un rompecabezas que pareciera hecho para niños. Ingeniosamente destruye la estructura tradicional del biopic y utiliza recursos narrativos que mantienen conectado y entretenido al espectador sin descuidar el contexto histórico en el que transcurren los hechos y dejando apuntaladas sus secuelas globales.

 

Sin ser el único, uno de los principales méritos de la película es su lenguaje disruptivo. En un género en el que podía pensarse que las formas de contar ya estaban esculpidas en piedra, McKay pasa por encima de ellas y logra un trabajo cuya solidez está, precisa que no paradójicamente, en su levedad.

Dick Cheney, magistralmente interpretado por Christian Bale y epicentro de todo este cuento, es un hombre ordinario que va escalando en la malla burocrática del poder ejecutivo. Lo hace no con destrezas y destellos carismáticos sino, todo lo contrario, callado como un perro echado, levantando la oreja y atento a lo que está pasando para así poder pronosticar lo que va a pasar. No es un Churchill, ni un Obama, ni un Kissinger, ni siquiera un Trump, figuras, gústennos o no, con su aura y su magnetismo. Cheney es un don nadie perspicaz y astuto; no es un hombre de Estado sino un hombre para el Estado; un hombre de convicciones políticas básicas pero muy enraizadas que tiene la firme y maquiavélica creencia de que todo se vale para asegurar, en beneficio de esa entelequia llamada país, su implantación y respeto. América profunda.

Inevitable que El Vicepresidente active el debate sobre la profundidad o superficialidad con la que se retrata no solo al personaje sino a cuantos él rodea (no al contrario); inevitable que se tilde de tendencioso el trabajo de McKay o de claramente parcializado frente a hechos; inevitable que aparezcan los sesudos análisis que controviertan o demeriten la lectura histórico política que ofrece la película. Estoy seguro que McKay sabía de todos estos inevitables y que, incluso, disfrutó y sigue disfrutando su provocación. Lo suyo no fue una apuesta de fidelidad histórica o un ensayo de ciencia política. Fue más bien un serio divertimento sobre una realidad polifacética, mirada con humor inteligente y con el ánimo provocador de generar controversia.

Por encima de todo este discusión y seguramente gracias a ella, siempre es bueno recordar que al cine hay que valorarlo como lo que es, como un saber contar y desde ese punto de vista El Vicepresidente es un gran trabajo narrativo repleto de genialidades, irreverencias, verdades en tono de burla y burlas en tono de verdad.