El olivo
Julio César Padilla Herrera7
LO MEJOR
  • Es una fábula sencilla y familiar
  • Se detiene pocas veces y no da muchos rodeos
  • La escena de enfoque y desenfoque a los olivares y Alma.
LO MALO
  • No habló Alemán y la escena donde las alemanas hablan va sin subtítulos.
  • Un poco obvia
7Buena
Puntuación de los lectores: (16 Votes)
8.7

OTROS TÍTULOS:  El Olivo

AÑO: 2015

DURACIÓN: 100 min

GÉNERO: Drama

PAÍS: España

DIRECTOR: Icíar Bollaín

ESTRELLAS:  Ana Castillo, Javier Gutiérrez, Pep Ambrós, Manuel Cucala

Es una fábula emotiva y verde. Las actuaciones son afines a la propuesta, el guión trae una historia llena de nostalgia, se mueve entre la solidez del personaje más viejo y el arrojo de la más joven. Los olivos, los pollos pequeños, la familia, el campo y las transiciones de espacios cautivan y entretienen a cualquier espectador.

Hay mucho por decir del árbol del olivo, de allí sale el «oro amarillo» -el aceite- y también la rama de la famosa paloma de Noé, el tipo del arca. Además es quizá uno de los árboles más resistentes; todos los de la película están encima de un color sepia desierto. Más importante aún, no creo que haya sido una elección fortuita: un roble o una planta como la vid no representan la transición de épocas como lo hace un olivo. De hecho es tan viejo que nadie sabe bien de donde proviene. Se sabe que es icónico en Andalucía y en buena parte de España. Y en la película hay algo más, árbol y viejo comparten rasgos y drama. Ambos tiene arrugas, solidez, verticalidad, mutismo y, el drama de esta historia: los dos están arrancados de la raíz, desarraigados.

2

En la familia hay varios conflictos, algunos insinuados casi al punto del susurro. Ramón fue primero padre de dos hombres contrariados. Según dicen los susurros en ese rol era malo y bueno a la vez, como cualquier papá. Al hijo mayor le tocó lo malo, al menor quién sabe… como dije son insinuaciones. A la que le tocó lo bueno fue a la intrépida Alma, la nieta (aprovecho para resaltar la interpretación de Anna Castillo, es una actriz interesante, al menos yo todo el tiempo le aplaudí sus arrebatos) para quien Ramón -o el Yayo- tenía siempre una buena lección.

3

Le escuché a varios entendidos que la película es una lección de Yayo a su querida Alma. La única herencia que podía servirle a ella era entender el significado del árbol. Esta versión se apoya en que Yayo es un moderno sólido y en los nuevos tiempos llenos de incertidumbre, Alma debía entender que el olivo tiene significado en sí mismo, tiene historia, raíz; por eso no puede comprarse, no es simple mercancía. Esa lección fue la misma que Yayo puso sobre la mesa cuando sus hijos le exigieron el árbol, ese específicamente, el de dos mil años.

Lo correcto, bajo las ideas románticas de Ramón, es coexistir con la naturaleza, no intentar domesticarla llevándola a donde satisfaga la mirada, pero no pertenezca. Sin embargo, como podrá ver en el trailer, luego del desarraigo el árbol va a parar al centro de un edificio de esas superempresas que nada tiene que ver con el campo o los olivares, es un árbol bajo techo. Y aunque la película no sigue al pie de la letra la lección de Yayo, todo el tiempo Alma la escucha y al final la entiende.

4

Le recomiendo verla pues la película cumple lo que promete: es una historia sencilla, rápida y familiar. Pueda que tenga muchas borlas y florituras, es decir !la película es claramente una fábula¡ pero bueno, es entretenida. Sin duda una destacable selección del Indiebo que me recordó el inicio de este poema de Sylvia Plath «Soy vertical/ pero preferiría ser horizontal/ No soy un árbol con las raíces en la tierra/absorbiendo minerales y amor materno«

 

5

 

Sobre El Autor

Colaborador (Colombia)

(Quibdó, 1989)

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