El legado del diablo
David Romero M7
LO BUENO:
  • Música, atmósfera y Toni Collet
LO MALO:
  • Algunos vacíos de guion
  • Algo densa cerca al final del segundo acto
7Buena

TÍTULO ORIGINAL: Hereditary

OTROS TÍTULOS: El legado del diablo

AÑO: 2018

DURACIÓN: 2h 7 min

GÉNERO: Terror, Thriller, Sobrenatural

PAÍS: Estados Unidos

DIRECTOR: Ari Aster

ESTRELLAS: Toni Collet, Gabriel Byrne, Alex Wolff, Milly Shapiro, Ann Down

El legado del diablo es de esas películas que amas u odias. Por un lado el elogio de la crítica especializada ha hecho que no pase desapercibida por las salas y, por otro, tenemos la queja de un espectador que exigiría el ritmo enloquecido de El conjuro y los cánones de sustos establecidos por el género para poder hablar de una buena película de terror.

Lo cierto es que El legado del diablo no sería la mejor candidata para un público que espera ver caminatas de pasillo en penumbra o los habituales recursos más efectistas para causar una sucesión de sobresaltos, ya que Ari Aster hace que su película transite sobre una atmósfera colmada de situaciones incómodas aunado a un halo de inquietud que si no alcanza la atención, quizás sí el bostezo para muchos.

 

 

 

En una historia de posesiones demoníacas y difuntos que se rehúsan a pasar al plano siguiente no resulta fácil digerir la ausencia de convencionalismos, más aún cuando su director echa mano de un ritmo sorprendentemente pausado para adentrarse en la psicología de sus personajes y suscitar el terror desde el interior. Y es que el tema del duelo viene a ser la base de toda la espeluznante cadena de acontecimientos que se potencian por medio de una notable banda sonora y acertadas interpretaciones, siendo Toni Collete quien se lleva por delante la historia con una actuación que habría de consagrarla como una de las mejores de su carrera.

 

 

De esta forma, el estilo de Aster se asemeja más a la génesis del terror satánico, ese que en algún momento nos mostró El bebé de Rosemary en donde el manejo de planos infinitos e interpretaciones casi teatrales componían la virtud de la cinta y eso muy poca gente lo perdona como otra lo agradece.

En definitiva, El legado del diablo no es una película para todo el mundo, o al menos no para satisfacer a todo un público que durante su visionado se podría hechizar, abrumar, roncar o inclusive reír. Muy posiblemente se salga de la sala con la sensación de que se ha visto algo muy extraño, pero nunca malo. 

 

 

Sobre El Autor

Colaborador (Colombia)

Colaborador para Distinta Mirada desde Medellín, Colombia

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