DumboNicolás Tirado6.5LO MEJORDanny DeVitoLa estética visual de Tim BurtonLO MALOColin Farrell y Michael Keaton. Sobreactuación digna de RCN o CaracolDemasiado final feliz; evolución Disney hacia lo (más) taquillero2019-04-176.5AceptableTÍTULO ORIGINAL: Dumbo AÑO: 2019 DURACIÓN: 1h 51min GÉNERO: Aventuras, Fantasía PAÍS: Estados Unidos DIRECTOR: Tim Burton ESTRELLAS: Colin Farrell, Michael Keaton, Danny DeVito, Eva Green, Alan Arkin, Nico Parker,Finley Hobbins, Deobia Oparei Bueno, hay que vérsela, así sea como un reencuentro con uno de esos indelebles traumas de infancia marca Disney. Seguro todos saben a qué me refiero…Mufasa, el papá de Simba el Rey León, aplastado por una estampida…Geppetto, el “papá” de Pinocho que se lo come la ballena, Bambi, etc, etc y tanta etc. Dumbo no es la excepción, con el bebé elefante de grandes ojos azules separado de su mamá por la codicia de un malévolo empresario. En este tipo de casos, cuando se trata del remake de un clasicazo como este, la audiencia entra ganando porque ya sabe -por lo menos a rasgos generales- de que se trata, así que no hay sorpresas de trama, por lo menos al inicio. La incertidumbre está en ver que logró hacer un maestro como Tim Burton con una historia que todos conocemos y con la que todos lloramos. No quiere decir esto que la película no imponga sus retos al asistente; en este caso, uno arranca cuesta arriba debiendo superar la cara de musidrama de Colin Farrell (en el rol del americanazo Holt Farrier; cowboy, veterano de la guerra, padre soltero y sin trabajo…mejor dicho, apenas para llevar una caja de kleenex al teatro) y sus hijos (Milly y Joe Farrier, interpretados por Nico Parker y Finley Hobbins), quienes entre todos hacen una actuación triste de unos personajes tristes con una vida triste en un circo triste. Y sin un brazo (ni un abrazo). Lo mismo se debe decir de Michael Keaton, quien encarna el archi-villano V.A. Vandevere, y de quien se debe destacar la falta de naturalidad en su actuación, apenas como para candidatizarlo a un rol de reparto en alguna obra maestra de Dago García o de cualquier otro de esos Woody Allen del cine colombiano. Vandevere, por demás, es uno de esos villanos que podría inmortalizarse dentro del arquetipo Disney, como Cruella de Ville o Maléfica, pero que en este caso simplemente no lo logra. Contrasta con esto la actuación de Danny DeVito, quien a cargo de pilotear un personaje mucho menos ambicioso (el maestro de ceremonias del circo donde vive Dumbo, Max Medici), logra un rol muy emocional, lleno de valores y humanidad, que conecta al público con los aspectos positivos de la película. A mitad de tabla se queda Eva Green (respecto de quien -yo por lo menos- tenía expectativas luego de sus roles memorables en Casino Royale y Penny Dreadful), quien si bien cae también en la hipérbole, en realidad hace un mucho mejor trabajo conectándose con la audiencia en el personaje de Colette Marchant que es, curiosamente, el único que tiene alguna evolución de interés. Mención aparte merece la estética de la película. 100% Tim Burton, en esto no decepciona. Los colores, las formas y hasta el elefante bebé antropomorfo son impecables y pagan la boleta para los aficionados de este grande del cine. Se extraña, no obstante, algún giro malévolo o algún fondo perverso de algún personaje, reemplazados por un final almibarado que se ofrece como sustituto de la expectativa de los asistentes en cuanto a la trama, aunque -de verdad verdad- no sorprende. Dicho eso, y con el ánimo de suspender los spoilers para que vayan (porque hay que ir), es necesario aclarar -para los que pensábamos que una película de Tim Burton + Michael Keaton = Beetlejuice, Batman o Batman Returns– que esta película es una especie totalmente diferente. Expectativa vs.realidad. Si es en plan familiar aguanta; lleve la abuela, que seguro disfrutará el reencuentro con su infancia.
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