Una segunda parte con exuberantes dragones que recuerdan la azulada Avatar. La historia está bien contada, sus personajes son atrayentes y el ritmo no decae pero al conjunto le falta lo que le sobra a los dragones: vuelo. En Cómo entrenar a tu dragón 2 se vuelve, con gran efectismo pero también con gran facilismo, al cuento guerrero. Un pueblo feliz que de pronto se ve amenazado por un poder terrible y perverso. A partir de ese momento todo se dirige hacia la gran confrontación. El clímax siempre es la gran batalla y la sorpresa por quien la gana siempre es el desenlace inesperado que todos esperamos. En la rutilante carrera en la que está metida la animación, romperá la regla y sobresaldrá del montón aquella película que renuncie a tanta exuberancia tecnológica y se arriesgue, con la simplicidad que demanda su naturaleza y su público, a contar una historia distinta, a replantear las relaciones entre buenos y malos y a proponer nuevas fórmulas de romance y enamoramiento. El cine infantil es, junto la comedia, al más expuesto al apresuramiento comercial. No debiera ser así. Su público, bullicioso y atiborrado de crispetas y gasesosas, tan espontáneo como implacable y tan natural como ácido, se merece todo el respeto. No basta consentirlo y entretenerlo como bien lo hace Como entrenar a tu dragón 2. Hay que conmoverlo y hay que estremecerlo para que en veinte años lo que hoy vieron se convierta en un recuerdo indeleble y para que la emoción por el cine trascienda a pasión. Cómo entrenar a tu dragón 2Autor72014-06-107BuenaPuntuación de los lectores: (0 Votes)0.0 Hacer Comentario Cancelar RespuestaSu dirección de correo electrónico no será publicada.ComentarioNombre* Email* Sitio Web Recibir un correo electrónico con los siguientes comentarios a esta entrada. Recibir un correo electrónico con cada nueva entrada.